Y decimos para ti, porque no se lo piensas prestar a nadie ¿verdad?

Según varios estudios el 53% de las mujeres y casi la mitad de los hombres en Estados Unidos han utilizado un vibrador.

Pues bien, si quieres ser parte de las encuestas y descubrir algo nuevo para ti
–o hasta con tu pareja- checa los siguientes 10 tips para elegir el vibrador perfecto:

1. Preguntarte… ¿Para qué lo quieres? A lo mejor piensas que es una pregunta tonta, pero es fundamental saberlo, esto es ¿Lo usarás en pareja o sola? Hay infinidad de formas, tipos y usos, algunos están diseñados especialmente para hacerte gozar a solas y otros para jugar con tu pareja. Yo te recomiendo que compres los dos, ya que son experiencias totalmente diferentes. ¡Ja!

2. Aquí viene la clásica pregunta al momento de decidirte a comprar un vibrador, ¿Qué tipo de estimulación estás buscando? Es importante saberlo, porque hay algunos especialmente enfocados en estimular tu punto G, otros que se centran en el clítoris, o algunos que dan estimulación anal y si eres de las que busca todo en uno existen los vibradores llamados multiorgásmicos que te harán disfrutar aún más.

3. Al momento de decidirte por uno, es muy importante que compres un vibrador que sea visualmente atractivo, agradable a la vista, esto es que no sólo te guste, sino que te encante, ya que se convertirá en tu nuevo amante. Checa bien todos los modelos, ya que existen miles de formas, tamaños y colores que pueden llenar tus expectativas… y algo más.

4. El tamaño importa… ¡y mucho! Y es que en este caso, el tamaño y también el diseño del vibrador sí importa, debes sentirte cómoda con él, sin que te moleste y/o también puede ser lo suficientemente discreto como para poder llevarlo a dónde tú quieras, ya que la idea es que se convierta en tu acompañante inseparable.

5. Que la fuerza te acompañe… Generalmente los vibradores cuentan con distintas velocidades, para que lo adaptes a tu ritmo, cuando empiezas en esto es muy común utilizar las velocidades más bajas, pero éstas irán subiendo de acuerdo a tus nuevas necesidades, así que piensa en el futuro y no tomes decisiones a la ligera…

6. Checa el volumen, y es que hay unos que hacen un poco de ruido y otros que no tanto, esto es importarte tomarlo en cuenta, sobretodo si piensas usarlos en lugares públicos, a menos que la que haga más “ruido” seas tú.

7. ¿De que están hechos? Como bien sabes, los vibradores pueden estar hechos de distintos materiales por lo que es importante decidirte por uno, ya que esta decisión tendrá una gran influencia en cómo lo sentirás: ¿te gusta algo firme y duro, o prefieres algo más flexible que pueda doblarse incluso?¿te gustaría sentirlo calentito…o frío? ¿te gustaría un tacto como de piel de verdad? Las opciones son muchas –todas recomendables- ya sean de silicón, de jelly, de plástico, de látex, de cerámica y/o de metal.

8. Una relación duradera: un buen vibrador es como un buen amante –incluso mejor- por eso te recomiendo que a la hora de decidirte por uno, pienses siempre a largo plazo y que gastes en uno que sea de tu agrado, pero sobretodo de buena calidad… Acuérdate que lo barato luego sale caro.

9. ¿Cuánto te va a costar? Pues bien, existen vibradores de todos precios, por lo que encontrarás de todo en el catálogo de Erotika Love Store, el chiste aquí es comprar uno que se ajuste a tus finanzas y por supuesto a tus gustos… Aunque yo la verdad es que prefiero ahorrar un poquito –y hasta comer menos- y comprarme uno más caro, además de flaca estarás mucho, pero muuuuucho más contenta.

10. Una vez que te animes a comprar uno –o varios- , ten claras estas cuatro reglas: utiliza siempre un lubricante para comodidad y evitar rozaduras; lava con jabón neutro o limpiador especial todos tus juguetes, guárdalos en su caja o en una bolsa de tela y mantenlos libres de polvo; nunca emplees el mismo juguete para diferentes orificios. Si algo no te está gustando o te produce incomodidad, interrumpe el juego. Respeta tus límites. Se trata de pasarla bien. Y por último, infórmate bien, eso da más seguridad. Ahora sí, ¡que comience el juego!

Tienes que ser mayor de edad, ya que si te ven chico, lo más seguro es que te pidan identificación.
Escoge una tienda llena de luz y divertida, ya quedaron muy lejanos esos días en que las sex shops eran oscuras y clandestinas.
No entres disfrazado o con lentes oscuros y gorra, a nadie le importa quién eres, ni porque estás ahí.
Ahora que si te quieres disfrazar, hazlo al revés, cómprate ahí mismo un disfraz sexy y estrénalo en la noche con tu pareja.
Recuerda que entrar a una sex shop no te convierte en pervertido, ni en ninfómana, ni tampoco en un adicto al sexo, ni nada por el estilo.
Las sex shops son para ambos sexos, no sólo para hombres, de hecho existe una mayor selección de productos femeninos.
Cuando entras a una sex shop no vas a ser juzgado por nadie, así que no es necesario decir que quieres determinado producto para una despedida de soltera.
…Ni tampoco que es para la prima de la hermana de la tía de le sobrina de una amiga.
Las sex shops –bueno, la gran mayoría- son lugares 100% seguros y confiables.
Las personas que trabajan en una sex shop, son comunes y corrientes
…Ahh lo que significa que para ellos es un trabajo como cualquier otro, no son ninfomaníacos, ni adictos al sexo, ni nada.
Los vendedores nunca van a hacer suposiciones o juicios acerca de tu sexualidad, género y/o gustos, así que por favor, no te de pena de abrirte a ellos.
Aunque te pueden ayudar –y mucho- en la selección de un producto, las personas que trabajan en una sex shop tampoco tienen porque escuchar toooooooooooooodos y cada uno de tus deseos eróticos.
Ahh… y tampoco se excitan al escucharte.
Si existe el producto –por extraño que éste parezca- es porque existe la necesidad del mismo, así que evítate preguntas como ¿Eso de verdad lo utiliza alguien?
Relájate… Siempre hay alguien que ha comprado antes lo que tú quieres.
Si tienes dudas –las que sean- pregunta,
Y si, voy a insistir en este punto, pero la verdad es que en este caso ninguna pregunta es “rara” o tonta, al contrario, la información es poder.
Entre más informado estés sobre los productos mejor… ¡Mucho mejor!
Si no eres de esas personas a las que les gusta preguntar, puedes checar la info que sea necesaria en la red y entrar con una mejor idea de lo que quieres.
No tienes porque sentirte nervioso o fuera de lugar, así que relax.
Si no te decides por ningún producto, no salgas con las manos vacías, siempre puedes comprar un buen lubricante.
Y es que eso de la vaselina, el aceite de coco o de cocina, nada, pero nada que ver.
La saliva tampoco. Créeme, en cuanto conoces las bondades del lubicante, no lo dejas jamás.
No porque tú decidas compartir tus gustos y preferencias, los vendedores lo tienen que hacer contigo, así que tampoco preguntes de más ¡eh!
Ni hagas preguntas como ¿A ti cual es el que más te gusta? Ya que en gustos se rompen géneros.
Si quieres comprar un vibrador, un rabbit o un lo que sea, recuerda que no tienes que conformarte con uno solo.
La verdad es que puedes tener una gran gama de productos en tu cajón y experimentar con diversos tipos de estimulación.
Los juguetes –o por lo menos estos- no se comparten y se deben guardar por separado.
Piensa que hoy en día los juguetes sexuales son lo más cool del mundo.
Aunque no lo creas la tecnología avanza a marchas forzadas y siempre puedes encontrarte con increíbles novedades.
Y bueno, nunca está de más preguntar por estas últimas novedades … Ya que seguramente te sorprenderás con lo que puede ofrecerte el mercado.
Si por tu camino te encuentras con un juguetito que se llama Satisfyer y que promete orgasmos en menos de 2 minutos… Créeme, su promesa es totalmente cierta, así que hazte el favor de llevarte uno a casa.
O dos… Y haz feliz a una amiga.
Olvídate de ese mito que los juguetes sexuales pueden remplazar a un amante, una cosa no tiene nada que ver con otra. Eso sí, pueden complementarse.
A la hora de pagar, recuerda llevarte unos condones, esos nunca están de más.
Checa bien tu producto ya que los vibradores y demás objetos “personales” no se pueden devolver… Digo, ponte en el lugar de la tienda. y ahora pregúntate si te gustaría comprar un juguete, que alguien tuvo y luego devolvió… No, ¿verdad?
Si al entrar a la tienda te sientes que no estás listo o lista, siempre puedes irte a la sección más “fresa” de productos de la línea Dona o Kamasutra que te ofrecen velas aromáticas, aceites para masaje y demás productos de cosmética sensual que seguramente te fascinarán.
No te tomes una selfie con el pene de silicona tamaño extra, extra, extra laaaaarge.
O bueno, si quieres si, la verdad es que no pasa nada.
Aunque no lo creas puedes ir con tu pareja y descubrir varias cosas que tal vez no sabías acerca de ella en un lugar como éste.
Y lo mejor… Pregunta por productos que puedan usar en pareja como el We-Vibe o Partner.
Si te llevas un producto, no olvides preguntar antes si requiere pilas –para comprarlas en ese preciso momento- o bien cómo se carga, para medir bien tus tiempos y tus deseos.
Recuerda que todo lo exhibido es para que lo pruebes y para que sepas como funciona, así que hazlo… No te apenes.
Esto es, prende los vibradores, tócalos con las manos y experimenta todas sus velocidades.
¡Pero no te los vayas a meter!
Evita reírte con todos y cada uno de los productos que veas a tu alrededor.
Sobretodo si hay más gente a tu lado, no está padre burlarte de juguetes que le pueden causar placer a otros.
Recuerda que es mil veces mejor tener un buen dildo –sin importar el precio- que buscar “sustitutos” en cualquier mercado, lo que significa, no catafixiar estos juguetitos por verduras, ya sean pepinos y/o zanahorias.
La visita a una sex shop, suele abrirle la mente a más de una persona y es que el sólo hecho de estar rodeado de tantos productos que ayudarán a explorar tu intimidad es suficiente para sentirte diferente.
Está comprobado que una sex shop te hará salir de tu zona de confort y te animará a experimentar nuevas cosas que sin duda alguna te gustarán a ti y de paso a tu pareja.
Abre tu mente… siempre, y esto es siempre.
Es un hecho que una sex shop amplía las posibilidades de experimentar con tu sexualidad, así que adelante, experimenta… ¡Te vas a sorprender!
Si tienes un amigo o una amiga fresa hazle un gran favor y llévala.
¿Sabias que hay necesidades que no sabes que tenías hasta después de una visita a una sex shop?
Si quieres experimentar el bondage investiga un poco más, ya sea con tu vendedor o bien en internet pero asegúrate de que Las 50 Sombras de Grey no sea tu única fuente de información.
Y si vas a experimentar el bondage y comprarte todo el kit, asegúrate de que tu pareja esté de acuerdo de jugar el juego contigo.
No te niegues a los clichés del sexo, porque la verdad es que casi siempre funcionan.
Si te decides comprar uno –o varios- juguetes sexuales no se te olvide llevarte de paso el kit para limpiarlos.
Generalmente hay una sección de lubricantes, pruébalos con tus dedos y escoge el que mejor te va.
…Ahh y límpiate los dedos después de probarlos, no está padre quedar todo pegajoso.
Cuando no tengas idea de qué comprar, piensa que los kits son siempre una buena idea.
Piensa que los vendedores te pueden asistir y aconsejar pero todo tiene un límite, así que las únicas preguntas válidas que les puedes hacer son acerca de los productos y no de tus cuestiones médicas o enfermedades venéreas.
Si tienes una enfermedad venérea, ve al doctor.
Y cuídate.
Por más escéptico que seas, aquí la magia si existe.
Si un producto te parece caro piensa que: La felicidad no tiene precio.
Piensa que el sexo no tiene edad, así que cómprale algo a tu mamá, te lo agradecerá profundamente.
Si tu experiencia es placentera, puedes –y debes- compartirla con tus amigos… No hay que ser egoísta.